lunes, 24 de marzo de 2014

YA ESTÁ AQUÍ LA PRIMAVERA....QUE CALOR!!!

Deseoso porque pasara el frío invierno, ya estamos en primavera!!!, pero que temperaturas….

El sábado madrugo un poco más, pues no quería estar muy tarde en casa.
La ruta prevista, las inmediaciones del Cerro Gorría, en lo que será los preparativos de un nuevo asalto al cerro en búsqueda del avión.
La mañana es fria, con niebla y chispea, pero la previsión es que no llueva demasiado, y a media mañana apareciera el sol, como así fue. A pesar de ello, en la primera parte paso bastante frio, no me he puesto tooda la artillería de ropa de pleno invierno, y lo noto. Menos mal que después del paso por Casasola empieza la subida de verdad y caliento el motor, con un tramo de campo a través donde los prados estaban bastante mojados, salgo de nuevo a una pista, llego al Sanchorreja como un indio de barro y aprovecho para quitar lo más “gordo” de la bici con el propio bidón en la fuente del pueblo.
Allí mismo me tomo un pequeño descanso para continuar la subida y con Gorria ya al fondo, iniciar el retorno a casa, que lo haría por el Valle Ambles ya con el sol brillando y con mejor temperatura.



El domingo mi intención era hacer una ruta por los pastos de invierno, pero en la gasolinera me encuentro con los integrantes del Avila Bici, que me invitan a acompañarlos en lo que parece será un rutón con bastante tramo de pista y poco de piedras, asi que los acompaño.

El destino inicial el castillo de Manqueospese, al que llegamos sin demasiado esfuerzo y entre charlas.
Una vez arriba y después de la foto de rigor, la bajada es por el bidón....
... por lo que mi prudencia me puede y decide esperarlos ya en Mironcillo, tranquilamente mientras ellos retozan en ese bajada.

Mi espera al sol, y refugiado detrás de una tapia parece más larga de lo normal, decido llamar, pero no tengo cobertura, espero un poco más y vuelvo en su búsqueda dirección al final de su descenso, allí los encuentro ya de camino, comentado la avería, un llantazo que hizo perder bastante tiempo.

Lo que prometía ser el final de la ruta por el Canto de la Bruja, y que parecía ser el tramo más divertido, acabo siendo un retorno por el mismo sitio donde habíamos venido, es decir por el alto Rodrigo, aunque aquí no acabaron las averías y Carlos para evitar conflictos familiares pincha su rueda trasera, ya cerca del Merino, lo que se tradujo en una nueva parada técnica obligada.
Cambio de cámara, unas risas y por fin llegada a casa por el Rompio.

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